martes, marzo 27, 2007

lunes, marzo 26, 2007

Cantidad o calidad?

Hablaba con mi amigo Joe (mull-over.blogspot.com) sobre los posteos en nuestros respectivos blogs, ya que ambos tenemos la tendencia a actualizar poco. Le decía yo, que actualizo cada vez que tengo uno de esos dichosos flashes de genialidad (que duran lo que un pedo en un canasto) y siempre y cuando pueda aprovecharlo. Él saco a la luz, entonces, la frase "poco pero bueno".
Toda esta conversación me hizo acordar de un chico que compartió hotel conmigo en nuestra estadía en Bariloche durante el viaje de egresados. Este muchacho en cuestión, que iba a otro colegio, tenía la costumbre de estar con una o más mujeres por noche y, cuando termino el viaje, tenía una lista de conquistas en su haber realmente envidiable. Cada vez que alguien le preguntaba con cuantas mujeres había estado, siempre salía a la luz un número de dos cifras. El problema era cuando, movido por la curiosidad, preguntábamos con quienes había estado. Era entonces cuando nuestros números de conquistas, considerablemente menores, parecían tener mas brillo que antes. Hay que ver que prefiere cada uno, algunos son más felices con grandes cantidades mientras que otros le dan mayor importancia a la calidad.

Libro de quejas

Escribo esta vez para quejarme. Estoy cansado, extenuado, hastiado, asqueado a niveles insospechados, de la mala onda de ciertas personas.
No puede ser que, esforzándose uno (no siempre, a veces sale solo) por vivir en paz y armonía con nuestro entorno, siempre haya alguien que te cague la vida.
Ya sea con quejas, o críticas no-constructivas, o contestaciones totalmente repudiables, bajan desde su torre de ego a molestar.
Que pasa cuando esto sucede?
Pues, o nos enojamos y le reprochamos a la otra persona su actitud, en cuyo caso, los más osados, se sorprenden de nuestra reacción y tienen el descaro (si, señoras y señores, no encuentro otra forma de expresarlo) de enojarse con nosotros, o bien, intentamos reparar la situación continuando con nuestro buen humor acostumbrado y/o preguntándoles tranquilamente por que tal exaltación. Esto puede ser, para los más perversos, casi como un puñal directo al corazón, se sienten atacados y quizás en parte avergonzados. Herido su orgullo, prefieren "deleitarnos" con una serie de demostraciones dramáticas y de destreza actoral, haciéndose los incomprendidos y prefiriendo "no hablar más por el momento".

Por qué nos ha castigado el creador, con tales seres?
Porque, yo puedo comprender a Pepe, que normalmente es una persona tranquila y por alguna circunstancia externa (o no) que lo tiene estresado y ofuscado, responde mal. Usualmente este tipo de personas pide perdón (algunos más inmediatamente que otros).
Pero a esos individuos con un ego tan grande, solo comparado con su pésimo humor y, casi salvaje (diría yo) falta de educación, que nunca van a admitir que cometieron un error o que fueron descorteses, les pido, con todo mi buen humor, que guarden su batería de improperios y se vayan a cantarle a Gardel (quien en realidad, no tiene la culpa pobre, y hace ya demasiado tiempo viene recibiendo sátrapas de todo tipo y que seguramente, cantan muy mal).

domingo, marzo 18, 2007

¿La vida es una herida absurda?

Así reza el tango. Pero cuan cierto es esto?
Supongo que depende mucho desde el lugar en que uno lo este viendo.
Las injusticias son absurdas, especialmente esas injusticias en las que no hay victimarios sino solo victimas.
Esas injusticias... como el desamor, o las avasallantes distancias (aunque no siempre lo son, cabe aclarar) de cualquier tipo, como la enfermedad o incluso la muerte.
Quién no ha estado, por citar un ejemplo, en esa horrorosa (a falta de un adjetivo mejor) situación del "...pero yo no te amo a vos, estoy enamorada de él"?
Cuan terrible es el castigo de la propia impotencia!
Porque, acaso hay algo que se pueda hacer para reparar esta situación? El ser humano podrá ser poderoso, pero aun no puede (afortunadamente) controlar el amor.
Y no solo contenta con eso la injusticia, se procura de que no haya culpables!
Porque yo no puedo culpar al otro por no haberse enamorado. Entonces tampoco puedo utilizar esa (extrañamente aceptada) herramienta del hombre de esparcir culpas para descargar frustraciones.
No, lo único que se puede hacer frente a una situación tan dolorosa, frustrante e injusta como esta, es aceptar los hechos estoicamente y procurar no caer en uno de esos pozos depresivos (tan comunes hoy día) que hacen estragos con uno.

Ahora, uno siempre puede salir adelante, y eso es lo rescatable de todo esto. La vida tiene mil matices, algunos más claros, otros más oscuros, pero siempre hay un poco de ambos. Sombras en la luz, reflejos en la oscuridad.
Entonces, no se si la frase sea correcta. No creo que la vida sea una herida absurda, lo que SI creo que es una herida absurda, es la injusticia.

viernes, marzo 16, 2007

Ghostbusters!

Recuerdo que cuando era chico amaba esa película. Cada vez que podía veía "Los cazafantasmas", emocionado. Nunca imagine que, años más tarde, aquel titulo tendría otro significado para mí...
Es que, claro, cuando era niño, no conocía lo que era la psicología. No entendía demasiado sobre los problemas del hombre, las cosas eran más sencillas.
Hoy en día, neurótico como soy, me considero lo que, de chico, hubiera llamado una "casa embrujada".
Así es, señoras y señores, lo admito, estoy lleno de fantasmas y dedico prácticamente todo mi tiempo a combatirlos.
Curiosa ironía, no?
Y los fantasmas son tantos...
Inseguridades, temores...
Al rechazo, al engaño, a la traición, a mi propia incapacidad, al "no caer bien", a la falsedad, al error...
Son estos fantasmas, acaso, más terribles y atemorizantes que los que veía en aquellas películas. Quizás porque están dentro mio, forman parte de mí, y eso los hace más difíciles de erradicar. Porque interfieren en mi vida día a día y porque tiene mucho poder.
Son capaces de impedirme hacer cosas que quiero o forzarme a hacer cosas que NO quiero.
Fui victima de ellos hasta que empecé a tomar conciencia de los mismos. Y al principio, debo admitir, estaba un poco desconcertado. Pero eventualmente fui tomando fuerza y hoy en día, lucho constantemente contra su yugo.

No sé si lograre erradicarlos para siempre, pero sí que ahora estoy empezando a controlarlos, aunque de forma menos glamorosa que con una pistola ectoplasmica.